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¿Se Puede Demandar a una Empresa en Concurso de Acreedores? Todo Lo Que Debes Saber

Imagínate que has trabajado con una empresa durante meses, le has entregado tu mejor esfuerzo, tu tiempo y tu dinero, pero un día te encuentras con la desagradable sorpresa de que han entrado en concurso de acreedores. Intentas reclamar lo que te deben y, para tu horror, te dicen que la empresa está en un proceso legal y que no pueden pagarte. ¿Significa esto que no puedes hacer nada? No necesariamente. Vamos a ver en qué casos puedes demandar a una empresa en concurso de acreedores y qué opciones tienes.

Índice de Contenidos

    ¿Qué Significa Que una Empresa Está en Concurso de Acreedores?

    Para entender si puedes demandar o no, lo primero es saber qué significa estar en concurso de acreedores. Básicamente, es una situación en la que una empresa no puede pagar sus deudas y necesita una intervención legal para reestructurarse o, en el peor de los casos, liquidarse. En este proceso, se busca proteger a los acreedores y establecer un orden de pago para que todos cobren lo justo, dentro de lo posible.

    Lo importante aquí es que cuando una empresa entra en concurso, ya no puede gestionar libremente su dinero ni responder a demandas individuales de cualquier acreedor. Es decir, si quieres demandar, tendrás que seguir un procedimiento diferente.

    ¿Se Puede Demandar a una Empresa en Concurso de Acreedores?

    Aquí es donde las cosas se complican. La respuesta rápida es: depende.

    Cuando una empresa está en concurso de acreedores, la ley protege su patrimonio para evitar que algunos acreedores se adelanten y cobren antes que otros. Esto significa que, en general, no puedes presentar una demanda ordinaria para reclamar tu deuda como lo harías en condiciones normales.

    Sin embargo, sí hay algunas excepciones:

    1. Si la deuda se generó después de la declaración del concurso
      • Si la empresa sigue operando y te debe dinero por servicios prestados después de que se declarara el concurso, entonces podrías reclamarlo como «crédito contra la masa», lo que tiene prioridad sobre otras deudas antiguas.
    2. Si tu demanda no afecta directamente al patrimonio de la empresa
      • En algunos casos, si la demanda no implica quitarle dinero o activos a la empresa concursada, podrías tener margen para presentar una acción legal.
    3. Si hay indicios de fraude o administración desleal
      • Si puedes demostrar que los administradores actuaron de mala fe, ocultaron dinero o desviaron fondos a otras cuentas, podrías demandar a los responsables directamente, no solo a la empresa.

    ¿Cómo Reclamar una Deuda a una Empresa en Concurso?

    Si la empresa te debe dinero, lo primero que debes hacer es verificar en qué etapa del concurso se encuentra. Aquí tienes los pasos a seguir:

    1. Consulta el Boletín Oficial del Estado (BOE)

    Cada vez que una empresa entra en concurso, se publica en el BOE. Busca el anuncio y revisa quién es el administrador concursal.

    2. Comunica tu deuda al administrador concursal

    Tienes un plazo (normalmente de un mes) para presentar tu reclamación al administrador concursal. Esto es clave, porque si no lo haces en ese plazo, podrías perder cualquier derecho de cobro.

    3. Clasificación de tu deuda

    Aquí es donde se decide el orden de pago. Las deudas pueden ser:

    • Créditos contra la masa: Deudas generadas después del concurso, que se pagan primero.
    • Créditos privilegiados: Algunos créditos, como los salariales de empleados, tienen prioridad sobre otros.
    • Créditos ordinarios: Deudas comunes, que se pagan solo si queda dinero.
    • Créditos subordinados: Son los últimos en la lista y tienen pocas probabilidades de ser cobrados.

    4. Esperar el proceso concursal

    Dependiendo de si la empresa logra un acuerdo con los acreedores o entra en liquidación, podrías recuperar tu dinero… o no.

    ¿Cuándo Sí Puedes Demandar?

    Aunque en la mayoría de los casos no puedes interponer una demanda tradicional, hay situaciones en las que sí puedes iniciar acciones legales:

    • Si la empresa sigue operando y te debe dinero por servicios recientes
    • Si hay indicios de fraude o administración desleal
    • Si eres un trabajador y no te han pagado salarios pendientes

    Si tu caso encaja en alguna de estas categorías, podrías iniciar una demanda contra la empresa o contra sus administradores.

    Caso Real: Lo Que Me Pasó Con una Empresa en Concurso

    Te cuento una historia real. Hace unos años, tenía un contrato con una empresa que de la noche a la mañana entró en concurso de acreedores. Me debían tres meses de trabajo y cuando intenté reclamar, me encontré con la clásica respuesta: “Lo sentimos, pero no podemos pagar porque estamos en concurso.”

    No me quedé de brazos cruzados. Lo primero que hice fue buscar la publicación del concurso en el BOE. Descubrí quién era el administrador concursal y le envié un correo con toda la documentación de mi deuda.

    Como mi crédito era ordinario, no tenía prioridad, pero afortunadamente había hecho trabajos después de la declaración del concurso. Eso significaba que parte de mi deuda era “crédito contra la masa” y tenía más posibilidades de cobrar.

    Después de varios meses de espera, logré recuperar una parte de lo que me debían. No todo, pero al menos no me quedé con las manos vacías.

    ¿Qué Pasa Si la Empresa No Tiene Dinero Para Pagar?

    Si la empresa en concurso no logra llegar a un acuerdo con los acreedores o no tiene activos suficientes para pagar, se declara en liquidación. En este punto, se venden todos sus bienes y el dinero se reparte según el orden de prioridad.

    Aquí la realidad es dura: si tu deuda es ordinaria o subordinada, las probabilidades de cobrar se reducen drásticamente. En estos casos, lo mejor es buscar asesoría legal para evaluar si hay alguna otra vía para recuperar tu dinero, como demandar a los administradores si hubo mala gestión.

    Conclusión: ¿Vale la Pena Demandar?

    Depende del tipo de deuda y de la situación de la empresa. Si tienes un crédito contra la masa o puedes probar fraude, sí. En otros casos, puede ser complicado y, en ocasiones, es mejor asumir la pérdida y aprender la lección.

    Eso sí, si alguna vez trabajas con una empresa que parece inestable, asegúrate de incluir cláusulas de pago por adelantado o garantías en tus contratos. La experiencia me enseñó que, en estos casos, más vale prevenir que lamentar.