Saltar al contenido

Divorcio de mutuo acuerdo ante notario: la forma más rápida y sencilla de separarse

¿Por qué cada vez más parejas eligen esta opción?

Cuando mi ex y yo decidimos que lo mejor era separarnos, lo último que queríamos era un proceso largo, costoso y lleno de conflictos. No había rencores ni peleas interminables por los bienes. Solo queríamos cerrar ese capítulo de la manera más práctica posible. Fue entonces cuando descubrimos el divorcio de mutuo acuerdo ante notario.

Nos sorprendió lo rápido que fue todo. En menos de una semana, ya teníamos la escritura de divorcio firmada. Y lo mejor: sin juicios, sin largas esperas y sin un gasto desorbitado en abogados. Si estás en una situación similar, déjame contarte cómo funciona este proceso y por qué puede ser la mejor opción para ti.


1. ¿Qué es el divorcio de mutuo acuerdo ante notario?

Se trata de una forma de disolver el matrimonio sin necesidad de acudir a un juez. En vez de pasar por un tribunal, las parejas pueden acudir a un notario y formalizar la separación mediante una escritura pública.

Eso sí, hay ciertos requisitos que deben cumplirse:

✅ Ambos cónyuges deben estar de acuerdo con la separación.
✅ Deben haber pasado al menos tres meses desde la boda.
✅ No puede haber hijos menores de edad o con discapacidad dependientes de los padres.

Si cumples estas condiciones, el proceso es sencillo y rápido.


2. Requisitos y documentos necesarios

Antes de plantarte en la notaría, hay que reunir cierta documentación. En mi caso, esto fue lo más tedioso, pero si lo tienes todo listo de antemano, el trámite va como la seda. Necesitarás:

📌 DNI o pasaporte de ambos cónyuges.
📌 Certificado de matrimonio (se solicita en el Registro Civil).
📌 Certificado de empadronamiento, para demostrar que al menos uno de los dos vive en la misma localidad donde se encuentra el notario.
📌 Convenio regulador, que es el documento clave donde se establecen los acuerdos sobre bienes, pensiones (si aplica) y otras cuestiones.

Nosotros contamos con la ayuda de un abogado para redactar el convenio, aunque no es obligatorio. En muchos casos, el mismo notario puede ayudar con esto.


3. Pasos para divorciarse ante notario

Cuando tienes todo listo, el proceso se reduce a tres simples pasos:

1️⃣ Elegir notario y presentar la documentación.
2️⃣ Firmar la escritura pública de divorcio.
3️⃣ Inscribir el divorcio en el Registro Civil.

En nuestro caso, la firma fue casi una formalidad. Nos reunimos con el notario, leyó el convenio regulador en voz alta, nos aseguró que todo estaba en orden y, tras un par de firmas, listo. Salimos oficialmente divorciados en menos de media hora.

El último paso fue inscribir la escritura en el Registro Civil. Lo hicimos por nuestra cuenta, aunque algunas notarías lo gestionan directamente.


4. Ventajas de divorciarse ante notario

Si te estás planteando esta opción, aquí tienes las principales razones por las que cada vez más parejas la eligen:

Es rápido. Mientras que un divorcio judicial puede tardar meses, este proceso puede resolverse en cuestión de días.
Menos costes. Nos ahorramos el gasto de un proceso judicial. Solo pagamos los honorarios del notario y del abogado para redactar el convenio.
Menos estrés. No hubo audiencias, juicios ni papeleo interminable. Todo fue directo y sin complicaciones.
Mayor privacidad. No tuvimos que exponer nuestra vida en un tribunal ni justificar los motivos de la separación.


5. Posibles problemas y cómo solucionarlos

Aunque el proceso es sencillo, hay algunas situaciones que pueden complicarlo.

Uno de los cónyuges cambia de opinión. Si no hay acuerdo hasta el final, el divorcio ante notario no es viable. La única solución sería acudir a un tribunal.
Problemas con el convenio regulador. Es importante que el documento esté bien redactado. Si hay errores o puntos ambiguos, el notario puede rechazarlo.
Hijos menores o dependientes. En estos casos, la vía notarial no es posible. Tendrías que pasar por un juez para asegurar la protección de los menores.

En nuestro caso, no hubo problemas, pero nos aseguramos de contar con asesoría legal para evitar contratiempos.


6. Mi experiencia con el divorcio ante notario

Si alguien me hubiera dicho hace años que firmaría mi divorcio en una notaría como si estuviera comprando una casa, no lo habría creído. Pero así fue.

Recuerdo que, el día de la firma, nos encontramos en la notaría con una mezcla de nervios y alivio. No había rencores ni discusiones, solo la sensación de cerrar un capítulo. El notario fue amable, leyó todo con calma y en menos de media hora ya éramos oficialmente exes.

Lo que más me sorprendió fue lo fácil y rápido que fue todo. Sin juicios, sin peleas innecesarias, sin burocracia agotadora. En comparación con otras historias de divorcios largos y tormentosos, lo nuestro fue un trámite más en la vida.

Eso sí, no todo fue tan simple. Antes de llegar a este punto, pasamos semanas discutiendo los términos del convenio regulador. Fue clave ponernos de acuerdo en temas económicos y evitar cualquier malentendido. Si estás en este proceso, mi consejo es que hables con calma con tu pareja y busques ayuda legal si es necesario.


7. Conclusión: ¿vale la pena el divorcio ante notario?

Si cumples los requisitos, sí, sin duda. Es rápido, barato y sin la carga emocional de un juicio. Para quienes terminan en buenos términos y solo quieren hacer oficial la separación sin dramas, es la mejor opción.

Eso sí, si hay hijos menores, bienes complicados o desacuerdos importantes, no hay escapatoria: tendrás que acudir a un juez.

Mi recomendación es que consultes con un abogado antes de decidir. Pero si tienes claro que esta es la vía correcta, te aseguro que no te arrepentirás.

Al final, lo importante es cerrar bien la etapa y seguir adelante con la vida.